Planificación en Comunicación.

Aquí les traigo un recorte de ideas escritas por Maria Victoria Martin que me parecieron interesante a la hora de definir la faceta del comunicólogo como planificador de la comunicación.


Según Annie Bartoli la comunicación organizacional es para aquella empresa que busca resultados ya que, como señala Pascale Weil, tiene como meta dar a conocer sus objetivo para suscitar la adhesión de sus miembros al proyecto. Para esto es requisito indispensable la planificación de la comunicación en una empresa. Tarea destinada para ser ideada y ejecutada por un comunicador social.


La meta del comunicador dentro de una empresa será entonces explicar de manera simple y directa los objetivos principales en cada momento de una empresa determinada.


Para cumplir esta tarea, Maria Victoria Martin nos ofrece tres posibilidades:


1. Perseguir la adaptación y el orden.
". Buscar concretar un equilibrio
2. Lograr un cambio o una transformación (sin duda el mayor desafío)


En cuanto la adaptación y el orden, las actividades de comunicación tanto interna como externas suponen un esquema unidireccional, sólo en búsqueda de respuestas funcionales basada en una idea conductista de estímulo por parte del emisor (vendedor, jefe) y la respuesta por parte del receptor (cliente, empleado) y el freedback es sólo un mecanismo de control, no de transformación.


La visión que enfoca el equilibrio, por su parte, entiende que “la función principal de la comunicación es la relación con el entorno o medio ambiente”, apuntando a la interdependencia. De este modo, la organización queda posicionada como emisora hacia las personas que la integran y recolectora de información sobre las condiciones y múltiples fuerzas interactuantes de su entorno. En lo interno, se enfatiza la coordinación para lograr los objetivos de la organización, en un proceso homeostático. En definitiva “la comunicación es considerada un proceso que posibilita la generación y/u obtención de información necesaria para la canalización de las acciones de los subordinados, la generación de conductas adaptables tanto de estos, como de la propia organización que garanticen mantener el equilibrio y alcanzar los objetivos”, explican.


Por último, una concepción dinámica de la comunicación, alejada de las finalidades persuasivas, considera como prioritarios los conceptos de “transformación y clase social”, poniendo el acento en el proceso de intercambio en el que emisor y receptor forman una actividad conjunta donde “el enunciado de uno se apoya en el enunciado del otro, situados en un contexto que influye a cada uno de los componentes y a la vez es influenciado por ellos”. Se trata de una articulación entre los niveles para asegurar la participación simétrica entre público e institución, que podría conducir al “desarrollo humano integral”.


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